
Entre 2020 y 2024, Bolivia vendió más de 570 mil toneladas de ladrillos cerámicos al exterior. La Paz lidera con más del 96% del volumen exportado y Perú se consolida como el principal mercado.
📍 Redacción Red Win
La industria ladrillera de Bolivia atraviesa su mejor momento. Según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), entre 2020 y 2024 el país exportó más de 570.000 toneladas de ladrillos cerámicos, generando $us 20 millones en ingresos para el país. Esta cifra convierte al sector en uno de los actores emergentes del comercio exterior no tradicional.
2024: un año de despegue
El año pasado marcó un salto histórico para el rubro: las exportaciones de ladrillos crecieron un 56% en valor respecto a 2023. El motor detrás de este crecimiento fue el departamento de La Paz, que se consolidó como el líder indiscutible, concentrando más del 96% del volumen total exportado.
“Este éxito demuestra que con trabajo, calidad y perseverancia, la industria nacional puede llegar lejos”, resalta el informe del IBCE, destacando la competitividad del sector productivo paceño.
Perú: el gran comprador
El mercado peruano absorbió el 96% de las exportaciones bolivianas de ladrillos en este período, lo que posiciona a Bolivia como un proveedor clave de materiales de construcción en el país vecino. También se registraron envíos menores a Chile, Brasil y Argentina, lo que confirma una creciente aceptación regional del producto boliviano.
En un contexto donde la industria de la construcción busca alternativas de calidad y bajo costo, el ladrillo boliviano ha ganado terreno por su durabilidad, precio competitivo y cumplimiento de estándares.
2025: rumbo a un nuevo récord
Los primeros cinco meses de este año ya anticipan otro hito: Bolivia exportó casi 80.000 toneladas de ladrillos, lo que representa el 58% del total de 2024. Si la tendencia se mantiene, el país podría cerrar 2025 rompiendo nuevamente su propio récord y consolidando su presencia en el mercado regional de materiales de construcción.
Impacto en la economía real
Este crecimiento no solo se traduce en ingresos, sino también en empleo, formalización laboral y fortalecimiento de la industria nacional. El desempeño de la industria ladrillera paceña demuestra que Bolivia tiene potencial para diversificar su economía, apostando por productos no extractivos con valor agregado.
“El caso de los ladrillos bolivianos es una muestra clara de que podemos competir en la región sin depender exclusivamente de materias primas tradicionales”, concluye el informe del IBCE.
Conclusión:
Los ladrillos paceños no solo están construyendo viviendas en Perú y la región. También están construyendo una nueva imagen para la industria boliviana: innovadora, eficiente y con ambición exportadora.