El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una nueva y polémica medida migratoria que entrará en vigor este lunes 9 de junio: la prohibición total de ingreso a ciudadanos de doce países, en su mayoría ubicados en África y Medio Oriente. La decisión fue tomada tras una evaluación “país por país” que analizó la permanencia irregular, la cooperación en seguridad y el cumplimiento con los procesos de repatriación.
Según detalló el diario The New York Times, la medida surge días después de la detención en Colorado de un ciudadano egipcio acusado de atacar a un grupo que homenajeaba a rehenes en Gaza. Aunque Egipto no figura en la lista, el gobierno estadounidense señaló que el hecho dejó en evidencia “los peligros extremos” que representa el ingreso de personas que no han sido debidamente investigadas.
“Si vienen y no se van, si no cooperan con nuestra seguridad o con los procesos de repatriación, no los queremos aquí”, declaró Trump en un mensaje grabado.
La orden ejecutiva prohíbe el ingreso a ciudadanos provenientes de los siguientes países:
- Afganistán
- Myanmar
- Chad
- República del Congo
- Guinea Ecuatorial
- Eritrea
- Haití
- Irán
- Libia
- Somalia
- Sudán
- Yemen
Además, la administración impuso restricciones migratorias adicionales a otras siete naciones: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela. Sus ciudadanos no podrán acceder a visados de turismo, estudio ni solicitar residencia permanente.
La medida revive un veto similar implementado por Trump durante su primer mandato, que fue duramente criticado, generó caos en aeropuertos y fue objeto de impugnaciones judiciales. Ahora, bajo el argumento de reforzar la seguridad nacional, la administración republicana retoma la misma línea dura en un contexto de creciente tensión migratoria.
Desde la Casa Blanca también se anunció que se evalúan nuevos aranceles a componentes de aeronaves extranjeras, sumando presión en otros frentes del comercio internacional.
Con esta orden ejecutiva, Trump vuelve a colocar a la inmigración en el centro de su agenda política, reactivando medidas que habían sido suspendidas por su sucesor y fortaleciendo su discurso de cara a los próximos meses.