El Tribunal Supremo Electoral (TSE) estableció un estricto protocolo de seguridad y control para la impresión de las 8.464.470 papeletas electorales que se utilizarán en los próximos comicios en Bolivia. La empresa que resulte adjudicada no solo deberá tener experiencia comprobada en trabajos similares, sino que deberá someterse a una supervisión continua y rigurosa por parte del TSE.

Las papeletas serán impresas en papel bond de 90 gramos, a full color por ambas caras y con al menos cinco elementos de seguridad: tinta fluorescente, tinta invisible, código QR, microtexto y patrón Guilloché. Se prevé además tres formatos distintos según el tipo de elección.
Para garantizar la confidencialidad y la integridad del proceso, el TSE dispondrá de un equipo exclusivo de ‘fiscales de servicio’, que controlará cada etapa del trabajo dentro de la empresa impresora. El diseño será realizado en una computadora sin conexión a internet ni redes internas, y su acceso estará restringido. No se permitirá el ingreso con celulares, cámaras o dispositivos de almacenamiento externo.
Los fiscales tendrán acceso al registro IP de la computadora y deberán aprobar personalmente las pruebas antes de autorizar la impresión masiva. La empresa, por su parte, deberá nombrar a un ‘agente de servicio’ como nexo directo con el TSE.
Además, deberá contar con equipos de impresión y doblado en óptimas condiciones, así como con respaldo técnico inmediato ante cualquier imprevisto. También deberá cubrir las necesidades logísticas del personal de seguridad destacado en sus instalaciones, incluyendo mobiliario y abrigo.

Una vez concluido el proceso, todo el material —desde pruebas hasta copias defectuosas— será destruido en presencia de los fiscales del TSE, cerrando así un proceso blindado de principio a fin.