Kingston Crown Court, 16 de junio de 2025 – La joven cuidadora Roksana Lecka, de apenas 22 años y residente en Hounslow, fue declarada culpable de infligir abuso físico a 21 bebés en dos guarderías del suroeste de Londres: Riverside Nursery (Twickenham) y Little Munchkins (Hounslow).


Qué se descubrió y cómo
Tras denuncias de padres por hematomas inexplicables entre marzo y mayo de 2024, el equipo directivo instaló discretamente cámaras de seguridad.
Las grabaciones revelaron escenas estremecedoras: Lecka pellizcaba, arañaba y agitaba violentamente a bebés, además de patear a un menor en la cara y pisarle el hombro.
En otros momentos, también empujaba cunas, jalaba cabellos y forzaba la alimentación de un bebé, provocando que se atragantara.
El detective Geoff Boyle, de la Policía Metropolitana, fue contundente: “Las imágenes muestran múltiples agresiones, incluyendo pellizcos repetidos, soltar bebés en sus cunas, una patada en la cara y pisar un hombro”.
Un modus operandi premeditado
Lecka admitió 7 cargos de crueldad, y un jurado la halló culpable de 14 más, tras un juicio de seis semanas.
La fiscal Gemma Burns señaló la “magnitud alarmante del abuso” y aseguró que la joven actuaba con deliberación, siempre cuando no había supervisión.
Detectives identificaron un patrón: Lecka agredía a los niños cuando estaba sola con ellos.

Consumo de sustancias y comportamiento negligente
Durante el juicio, Lecka confesó que fumaba cannabis antes de sus turnos y que en una ocasión vapeó a escasos centímetros de un bebé.
Afirmó que sin consumir la droga se volvía irritable, pero la fiscalía rechazó esa defensa, argumentando que sus actos fueron deliberados y sostenidos.

Repercusiones y reacción social
Las familias afectadas, representadas por la abogada Jemma Till, se han declarado “profundamente conmocionadas y traumatizadas”, enfatizando que, aunque el abuso cesó, el daño emocional será duradero.
La diputada liberal-demócrata Munira Wilson exigió reformas inmediatas en los protocolos de las guarderías, incluyendo inspecciones sorpresa y revisiones sistemáticas de las grabaciones de seguridad.
Riverside Nursery está bajo revisión regulatoria urgente y las dos guarderías han endurecido sus controles internos.
Próxima sentencia y presión pública
Lecka está permanentemente inhabilitada para trabajar con menores y recibirá sentencia el próximo 26 de septiembre de 2025.
El caso ha encendido la indignación ciudadana y parlamentaria, intensificando los reclamos por controles más estrictos y medidas preventivas en los centros de cuidado infantil.

Conclusión: una herida en la confianza
Este espeluznante caso revela una traición profunda: una profesional en la que los padres depositaron lo más preciado —sus hijos— resultó ser una amenaza. Las imágenes de las cámaras de seguridad, ahora en tribunales, son pruebas crudas de cómo pudo romper ese vínculo de confianza. A raíz de este escándalo, el Reino Unido enfrenta una encrucijada: fortalecer las salvaguardas en centros infantiles o arriesgarse a repetir tragedias que podrían evitarse.