Domingo 15 de junio de 2025 — Tras 14 días de paralización en rutas estratégicas del país, los seguidores del expresidente Evo Morales decidieron suspender temporalmente los bloqueos, en lo que han calificado como una “pausa humanitaria”. Sin embargo, advierten que la lucha continúa por otros medios: marchas urbanas, cacerolazos y protestas escalonadas en defensa de la economía familiar y los recursos naturales.
La decisión fue tomada por organizaciones afines agrupadas en el autodenominado Pacto de Unidad, que ahora redoblan su presión con una nueva exigencia: una investigación internacional, independiente y transparente sobre los hechos luctuosos ocurridos en Llallagua (Potosí) y Confital (Cochabamba), donde murieron policías y civiles en el marco de los enfrentamientos generados por los bloqueos.
“Determinamos una pausa humanitaria en la movilización nacional en carreteras, mientras se realice una investigación internacional exhaustiva, transparente e independiente de todos los hechos provocados por la intervención policial y militar instruida por el gobierno de Luis Arce”, señala la resolución emitida por el sector evista.
Evo se desmarca de los bloqueos
En medio de la tensión interna dentro del MAS, el propio Evo Morales intentó marcar distancia. En su programa radial dominical, aseguró:
“Saben mis compañeros, yo soy enemigo de bloqueos. Cuántas veces he rechazado (esa medida) y ahora todo me echan la culpa a mí”.
El exmandatario insistió en que las movilizaciones no fueron convocadas directamente por él, sino por el Pacto de Unidad. Aun así, esta semana, un cabildo en Llallagua lo declaró “enemigo” del pueblo por los incidentes mortales ocurridos en esa localidad.
Nuevas exigencias y tensiones
Los evistas también sumaron una serie de demandas políticas, entre ellas:
- La renuncia del Gobierno de Luis Arce.
- El rechazo a la aprobación de créditos internacionales, exigencia dirigida a la Asamblea Legislativa Plurinacional, que se comprometió a frenar estas iniciativas tras el encuentro multipartidario convocado por el Tribunal Supremo Electoral.
- La liberación inmediata de detenidos durante las protestas, como el dirigente campesino Ponciano Santos y el líder intercultural Enrique Mamani, ambos cercanos al expresidente Morales.
Además, en su resolución, los evistas calificaron a los ministros de Gobierno y de Defensa, Roberto Ríos y Edmundo Novillo, como “enemigos y asesinos del pueblo”, profundizando el discurso de confrontación con el Ejecutivo.
¿Qué se viene?
Aunque los caminos comienzan a despejarse, el conflicto político está lejos de resolverse. La presión social se traslada ahora a las ciudades, mientras el Gobierno intenta evitar una escalada mayor en medio de una crisis económica que golpea con fuerza los bolsillos de la población.
Los ojos del país están puestos en los siguientes pasos del evismo y la respuesta del oficialismo.
Lo que parece claro es que la pausa no es el fin, sino un repliegue estratégico en un conflicto que recién comienza a mutar.