El dólar digital (USDT), utilizado como referencia en el mercado paralelo boliviano, registró este 1 de julio un valor de Bs 14.91, marcando una caída significativa respecto a meses anteriores cuando llegó a cotizarse en más de Bs 19. La baja responde a una combinación de factores económicos, sociales y políticos que han reconfigurado las prioridades del gasto familiar en Bolivia.

Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, explicó que este descenso se debe principalmente a una menor demanda de la divisa. “El principal motivo de esta caída es la menor demanda. La gente, debido al proceso inflacionario, está priorizando sus ingresos en alimentos, educación, salud, servicios básicos y deudas, más que en la compra de dólares”, indicó.
Cambio de prioridades y entorno económico
La caída del USDT no implica un desinterés total por el dólar, sino un cambio de prioridades. “Comprar dólares sigue siendo una opción lógica ante la pérdida del poder adquisitivo del boliviano, pero no es la prioridad en este momento”, sostuvo Romero. Esta tendencia refleja una suerte de alivio temporal en la presión que solía caracterizar al mercado paralelo.
Además, el analista señala que el ingreso informal de divisas desde países vecinos, como Argentina y Perú, ha contribuido a una mayor oferta. Lo que él describe como “contrabando inverso” es impulsado por el turismo de compras, que encuentra en Bolivia productos más económicos, generando una inyección de dólares al margen del sistema formal.
Créditos externos sin efecto en el mercado interno
Romero también se refirió a la posible influencia de créditos internacionales en la oferta de divisas. Sin embargo, aclaró que estos recursos no están siendo inyectados al sistema financiero boliviano, sino que se destinan al pago de deuda externa y la importación de carburantes. “Su efecto en la oferta local es prácticamente nulo”, puntualizó.
Factores políticos y expectativas
El contexto político también pesa en el comportamiento del dólar paralelo. Según Romero, las expectativas de un eventual triunfo de fuerzas de derecha en las elecciones de 2025 estarían generando un ambiente de mayor certidumbre en el mercado. “Si gana un gobierno de derecha, la tendencia será a la estabilidad y reducción tanto del dólar como de la inflación. En cambio, si se impone un gobierno de izquierda, podríamos ver una presión al alza”, afirmó.
Finalmente, el economista anticipa que si se mantienen las actuales condiciones económicas y políticas, la cotización del USDT podría bajar aún más, hasta los Bs 13. No obstante, advirtió que conforme se acerquen las elecciones, el mercado podría experimentar cambios abruptos.
Fuente: El Deber