
En cinco años, el país vendió más de 25.000 toneladas al exterior. En 2024, el crecimiento fue notable, con Chile y Perú como principales compradores.
📍 Redacción Red Win | 4 de agosto de 2025
El cartón boliviano tiene cada vez más protagonismo en el comercio exterior. De acuerdo con datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Bolivia exportó en 2024 cerca de 5.000 toneladas de cajas de papel o cartón corrugado, generando $us 6,8 millones en ingresos, principalmente por ventas a Chile y Perú.
En el acumulado de los últimos cinco años, el país despachó al exterior más de 25.000 toneladas, con un valor total que supera los $us 36,7 millones. La tendencia se mantiene positiva: entre enero y mayo de 2025 ya se exportaron 1.600 toneladas, por un valor cercano a los $us 2 millones.
Santa Cruz: motor de la industria cartonera
Entre los protagonistas de este crecimiento destaca Santa Cruz, que en 2024 triplicó sus exportaciones en volumen y valor. El departamento generó $us 1,6 millones solo en ventas de cajas corrugadas, con un crecimiento del 490% en volumen y 271% en valor respecto a 2023.
Este salto refleja no solo una mayor capacidad productiva, sino también eficiencia logística, innovación en empaques y una cadena de valor sólida que integra producción, reciclaje y transporte.
“Santa Cruz se consolida como el epicentro cartonero del país, con capacidad de competir en mercados internacionales exigentes.”
Destinos clave y aplicaciones múltiples
El cartón corrugado boliviano tiene alta demanda en Chile y Perú, donde se utiliza en sectores industriales, agrícolas, logísticos y comerciales. Su versatilidad y resistencia lo convierten en un insumo indispensable para el embalaje de frutas, electrodomésticos, textiles y más.
Además de estos dos mercados, la industria cartonera boliviana explora nuevos destinos en Sudamérica, lo que abre oportunidades para expandir su presencia regional.
Un producto sencillo con alto potencial
Aunque el cartón no figura entre los grandes rubros de exportación como los minerales o los hidrocarburos, se ha convertido en un ejemplo de cómo Bolivia puede diversificar su economía apostando por productos con valor agregado.
El sector está vinculado a actividades como la silvicultura, celulosa, reciclaje, impresión y logística, y ofrece oportunidades concretas para pequeñas y medianas empresas, muchas de las cuales ya operan en Santa Cruz y otras regiones.
“Exportar cartón demuestra que, con innovación, incluso los productos más comunes pueden convertirse en generadores de divisas”, destacan desde el IBCE.
Conclusión: En un contexto económico que exige nuevas fuentes de ingreso, el cartón corrugado emerge como un símbolo del potencial productivo y exportador de Bolivia. Y con Santa Cruz al frente, la industria cartonera apunta a seguir creciendo en los próximos años.