A dos días de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) publique la lista oficial de candidatos para las elecciones de agosto, el país enfrenta una de sus jornadas más tensas del año. El presidente Luis Arce aseguró que los bloqueos liderados por sectores afines a Evo Morales tienen como objetivo forzar su renuncia y desestabilizar al Gobierno.
“No le importa dañar la economía ni el abastecimiento con tal de habilitarse como candidato”, expresó Arce en un mensaje en redes sociales, donde también acusó a Evo de sabotear la economía desde hace años.
El epicentro de las protestas está en Cochabamba, bastión del evismo, donde se reportaron enfrentamientos violentos en la zona de Bombeo. Al menos 10 policías resultaron heridos tras ser atacados con piedras y dinamita. En paralelo, periodistas de Red Uno fueron agredidos en Sipe Sipe mientras cubrían los hechos.
Acusaciones cruzadas y narrativa dividida
Mientras el Gobierno habla de emboscadas y sabotaje, desde medios afines a Evo, como Kawsachun Coca, se sugiere que lo ocurrido en Bombeo fue un “autoatentado”. La tensión también se traslada a la ciudad de La Paz, donde se registraron marchas y paros parciales en El Alto, así como bloqueos de rutas estratégicas.
El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, y el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Gerardo Zabala, advirtieron que no cederán ante las presiones del evismo. Desde el Ministerio de Gobierno, se confirmó la detención de decenas de personas en Sipe Sipe, donde las protestas continúan y el paso hacia el occidente sigue interrumpido.
Reacciones institucionales
En medio del conflicto, el TSE solicitó medidas cautelares a la CIDH tras recibir amenazas de dirigentes evistas. Algunos vocales electorales fueron incluso expuestos públicamente con amenazas directas. El vocal Tahuichi Tahuichi Quispe explicó que la medida busca proteger “la vida, integridad y libertad” de los funcionarios del órgano electoral.
Desde la Defensoría del Pueblo, Pedro Callisaya pidió frenar la escalada política y priorizar la vida. También reportaron heridos en las inmediaciones de la planta de YPFB en Valle Hermoso.
El trasfondo político
Morales, inhabilitado legalmente y sin una sigla reconocida, ha reiterado su intención de ser candidato “por las buenas o por las malas”. El dirigente intercultural Enrique Mamani lo dejó claro: “Si no liberan a nuestros compañeros, vamos a actuar. Si no es a las buenas, será a las malas”.
El diputado Héctor Arce, afín a Morales, pidió instalar una mesa de diálogo, pero con una condición innegociable: la presencia del expresidente.
En tanto, desde Santa Cruz, si bien no se han reportado bloqueos, la Policía descubrió más de 100 bombas molotov en los valles cruceños, en lo que consideran un intento de extender el conflicto a otras regiones.
El país permanece en vilo, con la tensión política, social y electoral en su punto más crítico del año.