Un escándalo político estalló esta semana luego de la aparición de un audio que compromete al exministro de Justicia, César Siles. En la grabación, atribuida a su persona, se lo escucha dar presuntas instrucciones al juez de Coroico, Marcelo Lea Plaza, para destituir a la magistrada del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Fanny Coaquira Rodríguez.
El hecho generó una ola de reacciones. El juez Lea Plaza fue aprehendido el jueves 12 de junio en su despacho en La Paz, en poder de la resolución de destitución. Dos días después, el 14 de junio, Siles presentó sorpresivamente su renuncia al cargo mediante una carta dirigida al presidente Luis Arce. En el documento, aseguró que se alejaba del Gobierno para evitar ser usado como “pretexto” por sectores que pretenden desestabilizar el país o bloquear las elecciones generales de 2025.
Desde el Tribunal Supremo de Justicia, su presidente Romer Saucedo condenó el intento de destitución de una magistrada electa por voto popular. “No vamos a tolerar hechos ilegales ni actos que socaven la voluntad del pueblo”, afirmó, respaldando a la magistrada Coaquira.
La crisis también ha generado alertas en el ámbito político, donde actores del oficialismo y oposición piden una investigación a fondo sobre el posible uso del poder para manipular la estructura judicial.