¿Qué significa que Arturo Murillo lleve un grillete electrónico y esté bajo vigilancia migratoria?

El exministro no está libre del todo: el dispositivo que lleva en el tobillo permite rastrearlo las 24 horas. Su situación migratoria es incierta y su extradición, aún en trámite.

Por Redacción / Ezequiel Serres Tv

Imagen generada con I.A.

Estados Unidos no ha soltado completamente a Arturo Murillo. Aunque ya no está dentro de una prisión federal, el exministro de Gobierno de Bolivia —condenado por soborno y lavado de dinero— sigue bajo supervisión. Lo que lleva ahora es un grillete electrónico: un dispositivo que muchos asocian con la libertad, pero que en realidad representa una forma de prisión sin barrotes. Y su estatus actual está atado a una figura que preocupa a cualquier extranjero: la vigilancia migratoria.

¿Qué es un grillete electrónico?

Es un dispositivo portátil que se coloca generalmente en el tobillo. Tiene la capacidad de:

  • Emitir señales de GPS en tiempo real, permitiendo a las autoridades saber dónde está la persona en todo momento.
  • Detectar intentos de remoción o manipulación, lo que puede activar una alerta inmediata.
  • Establecer zonas restringidas o perímetros: si Murillo cruza ciertos límites geográficos, podría considerarse que violó su régimen de supervisión.

Este tipo de monitoreo es común en personas que están en libertad condicional o bajo procesos migratorios pendientes. No es cómodo, ni discreto. Tampoco es una garantía de impunidad. Es una forma de mantener al individuo controlado sin tenerlo dentro de una celda.

¿Qué significa que esté bajo vigilancia migratoria?

Cuando una persona extranjera cumple una condena en EE.UU., su permanencia en ese país no está garantizada. En el caso de Murillo, al concluir su sentencia por corrupción, quedó a disposición del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Eso implica:

  • Que su permanencia en EE.UU. es revisada por las autoridades migratorias.
  • Que puede ser internado en un centro de detención de migrantes o quedar en libertad vigilada mientras se resuelve su situación legal.
  • Que puede ser deportado, extraditado o incluso beneficiarse de protección migratoria, aunque esto último es poco probable en su caso.

Actualmente, no hay información oficial que confirme si Murillo está en un centro migratorio o simplemente bajo supervisión con grillete. Pero lo cierto es que no puede moverse libremente ni salir del país, y está a la espera de una decisión clave: su posible envío de regreso a Bolivia.

¿Y ahora qué sigue?

El Gobierno boliviano, a través de la Procuraduría General del Estado, ya inició gestiones para lograr su extradición. Si se concreta, Murillo deberá enfrentar en Bolivia cargos por corrupción, uso indebido de influencias y otros delitos cometidos durante su paso por el poder.

Mientras tanto, el exministro de la “mano dura” vive bajo el ojo permanente del sistema judicial y migratorio de Estados Unidos.

Del poder político al grillete electrónico. Arturo Murillo ya no está tras las rejas, pero tampoco es libre. La pregunta ahora no es si está vigilado, sino cuánto tiempo más podrá evitar enfrentar a la justicia boliviana.