Bicentenario con fractura: entre el discurso oficialista, las omisiones y la pugna con el Poder Judicial

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Por Red Wind | Publicado el 7 de agosto de 2025

Bolivia celebró este miércoles los 200 años de su independencia en medio de actos oficiales cargados de simbolismo, pero también con una evidente crisis institucional. Mientras miles de ciudadanos en todo el país y el exterior celebraban con civismo y orgullo, el conflicto entre los órganos del Estado —especialmente entre el Ejecutivo y el Judicial— dejó al descubierto la fragilidad democrática en vísperas de las elecciones generales del 17 de agosto.

Arce habló del pasado, pero evitó el presente

Desde la Casa de la Libertad en Sucre, el presidente Luis Arce encabezó el acto central del Bicentenario con un discurso centrado en una narrativa histórica y económica. Reivindicó el modelo impulsado desde 2006 por el Movimiento Al Socialismo (MAS), condenó el saqueo de recursos naturales desde la colonia hasta la era republicana, y aseguró que la industrialización con sustitución de importaciones “es el camino correcto”.

Sin embargo, calló sobre temas clave del presente: no mencionó la crisis económica actual, el desabastecimiento de combustibles, la escasez de dólares, ni los escándalos de corrupción que han golpeado su gestión. Tampoco se refirió a las pugnas internas en el MAS, la crisis judicial por la inhabilitación de Evo Morales, ni a las movilizaciones recientes que dejaron muertos y heridos.

Su mensaje, más cercano a un acto de campaña que a un homenaje a la nación, recibió críticas por su falta de autocrítica y su desconexión con la realidad actual del país.

Choquehuanca agitó las aguas del sistema político

Antes del presidente, el vicepresidente David Choquehuanca generó controversia con un discurso que pareció distanciarse de la línea oficialista. Denunció el caudillismo, el llunk’erío y la manipulación política de encuestas. “El Estado Plurinacional es patrimonio del pueblo y no se toca”, advirtió, en una frase que muchos interpretaron como un dardo hacia el liderazgo histórico del MAS.

Pero su llamado a la unidad política chocó con la realidad: el hemiciclo fue escenario de gritos de “¡Ya se van!”, lanzados por legisladores opositores, y sus palabras no incluyeron una propuesta concreta para el diálogo que pidió.

El Poder Judicial marcó distancia con un acto paralelo

Mientras en la Casa de la Libertad se desarrollaba el acto oficial, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Rómer Saucedo, encabezó un acto paralelo en el Palacio de Justicia, desde donde denunció la exclusión del Órgano Judicial y la falta de independencia judicial en las últimas dos décadas.

“La independencia judicial ha sido una deuda histórica con el pueblo”, dijo Saucedo, quien convocó a los candidatos presidenciales a un foro público el 11 de agosto. “Si no vienen, sus sillas vacías hablarán por ellos”, advirtió.

La fractura institucional fue evidente: el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) participó del acto oficial, mientras el TSJ y otros operadores judiciales se replegaron en señal de protesta. Incluso el fiscal general, Róger Mariaca, optó por dividir su presencia entre ambos escenarios. “La unidad institucional es esencial para garantizar que triunfe la democracia el 17 de agosto”, expresó, dejando claro el malestar por la división.

Críticas desde la academia y la oposición

Desde la oposición, la senadora Nelly Gallo (Comunidad Ciudadana) calificó el discurso de Arce como “corto y evasivo”. “Evitó asumir responsabilidades por 20 años de despilfarro económico”, sostuvo. En contraste, la diputada del MAS Daysi Choque defendió el mensaje presidencial y afirmó que “la industrialización no se logra en dos días”.

El sociólogo Franco Gamboa fue más duro: “Arce confundió el Bicentenario con un acto de campaña. Su prioridad parecía ser reforzar la candidatura de Eduardo del Castillo”. También cuestionó la afirmación presidencial de que Bolivia es uno de los países más seguros del continente. “Eso no cuadra con el segundo lugar en violencia contra las mujeres en la región”, dijo.

Celebración en el exterior y un mensaje desde el exilio

Pese al clima político, miles de bolivianos en el exterior celebraron con alegría y cultura. En España, danzas típicas como los Yarituses y el Camba Patujú marcaron la jornada. En Estados Unidos, el periodista Fito Gandarilla hizo un llamado a los jóvenes a involucrarse más en la vida política del país, mientras el abogado Gustavo Morón, desde Buenos Aires, recordó que “la calle Florida en esa ciudad lleva su nombre por la batalla que libramos los bolivianos”.